Teníamos ganas de traer a nuestro blog alguna muestra del trabajo que estamos realizando desde julio con la marca suiza Straumann, líder mundial y referencia global en odontología estética e implantología del que somos agencia en España y Portugal.
Y teníamos ganas por varios motivos. El primero, asumir y reconocer que el principio ha sido duro, una inmersión en la cuenta de gran calado. Una compañía gigante, compleja, con un portfolio de marcas, productos y soluciones muy amplio, enormemente dinámica en actividades de marketing y comunicación, con públicos muy focalizados pero con interacciones muy diversas. Ha supuesto un reto para todos los equipos implicados en la cuenta.
El segundo, porque a esa intensidad hay que sumar el desafío de conciliar la estrategia global con la estrategia local, conectar los objetivos de marca con los de negocio, y, al tiempo, la necesidad de innovar, de ofrecer nuevas alternativas para impactar e inspirar a los clientes de las diferentes marcas ofreciendo experiencias nuevas en todos los canales.
Tercero, porque los desafíos más difíciles son los que más satisfacción aportan. Muchas agencias apuestan por las campañas para festivales para mostrar lo que son. Nosotros tenemos una cultura diferente, desde que accedes a la agencia te enseñan que eres un compromisario del negocio de tus clientes, y que no hay que ser la mejor agencia del mundo, sino la mejor agencia del mundo para ese cliente. Straumann exige lo mejor de nuestros equipos en todo momento, y es fantástico saber que nunca puedes estar por debajo de ese umbral, y que cuando lo estás, entras en deuda, y cuando lo superas, te sientes mejor profesional hasta que tres segundos después vuelves a pensar que podrías haberlo hecho mejor. Quizá pecamos de espartanos, pero nos gusta trabajar así. Y agradecemos que nos agiten a ser así.
Hoy dejamos solo uno de los últimos trabajos, el evento de lanzamiento del nuevo TLX de Straumann. Pero lo de menos en sí es lo complejo o sencillo que fuera organizarlo y ejecutarlo, sino todo el trabajo que hay detrás por parte de los equipos de Straumann y los de MIG Prisma para cumplir un objetivo común basado en exigirnos más, siempre, mejor.
