Acabo de leer una de las últimas entradas de este blog, en la que nuestra compañía explica su rebranding, y sintetiza su propuesta de valor en torno a estos ejes: estrategia, creatividad y tecnología. Algo que encarna muy bien nuestro nuevo claim, HumAIn Power. Porque sí, en MIG Prisma aunamos el talento humano con las tecnologías emergentes.
Leerás esto y pensarás… son palabras que hoy día todos dicen de sí mismos, un discurso, un relato, para sumarse a la tendencia. Pues no, no son palabras vacías. Somos lo que decimos que somos. ¡Y voy a demostrarlo! Para muestra, un botón…
Formo parte del equipo de Comunicación, Contenido y Conversación de la agencia. De mí dicen que no escribo mal. O que escribo bien. Según a quien preguntes. Escribo bien desde pequeña. Me lo decían los profes. Y me daban premios en el colegio (aunque nunca el primer premio…). ¿Es eso talento? Puede ser… También lo achaco a mucho leer… Pero también, a estudiar…
Estudié Periodismo. Cuestión de vocación. Y ahí aprendí a escribir mejor. Mejor, sí, porque aprendí a hacerlo de forma que lo redactado lograse un objetivo. ¿Eso es estrategia? Sí, ese carácter estratégico lo aprendí, por ejemplo, en Comunicación Política, a la hora de escribir discursos.
Tuve una clase de esas que se te quedan grabadas en la mente. Y esa memoria ‘casi histórica’ -estamos hablando de hace ya 20 años- me ha ayudado mucho en el ejercicio de mi profesión. ¡Más de un discurso he escrito! Y gracias a esa clase, siempre lo he hecho con sentido, persiguiendo un objetivo: que mi mensaje calara en la mayoría de la audiencia, incluso, que les convenciera.
¿Y cuál es ese conocimiento estratégico que aprendí? La elaboración de discursos a partir de la teoría de los tipos psicológicos de Carl Jung. Jung propuso que las personas tienen diferentes maneras de percibir el mundo y de procesar la información, y desarrolló una tipología de personalidad basada en estas diferencias. Esta tipología se compone de cuatro funciones principales: pensamiento, sentimiento, sensación e intuición, y cada individuo tiende a tener preferencia por una o dos de estas funciones.
De este modo, si te diriges a una audiencia heterogénea, formada por personas que contemplan todos los tipos psicológicos, y utilizas recursos que apelen a cada uno de ellos en tu discurso, tu mensaje calará en un amplio espectro de ese público.
Del mismo modo, si te diriges a una audiencia homogénea, conformada por personas de un mismo tipo psicológico, científicos (tipo del pensamiento), por ejemplo, no utilices recursos discursivos que apelen a cuestiones sentimentales.
Ahondemos en ello…
Cuando se aplica la teoría de los tipos psicológicos a la elaboración de discursos, se considera cómo diferentes tipos de personalidad pueden influir en la forma en que las personas se comunican y cómo reciben la información. Por ejemplo:
- Pensamiento (T): Las personas que prefieren esta función tienden a ser lógicas y racionales en su enfoque. El discurso que les llega será el que presente argumentos estructurados de manera lógica, utilizando evidencia y razonamiento para respaldar sus puntos.
- Sentimiento (F): Aquellos que prefieren esta función tienden a tomar decisiones basadas en sus valores y emociones. ¿Cómo dirigirnos a ellos en un discurso? Apelando a las emociones de la audiencia, compartiendo historias personales y se centrándonos en cómo se sienten las personas acerca de un tema en lugar de simplemente presentar datos objetivos.
- Sensación (S): Las personas con esta preferencia tienden a ser detallistas y prácticas. En los discursos, proporcionémosles ejemplos concretos y detalles específicos para respaldar sus argumentos, centrándonos en la experiencia sensorial y en lo que se puede observar y medir.
- Intuición (N): Aquellos que prefieren esta función tienden a ser imaginativos y orientados hacia el futuro. El discurso con el que se quedan es aquel que presente ideas abstractas y teorías, haciendo conexiones entre diferentes conceptos y proponiendo posibilidades y soluciones innovadoras.
Así aprendí que, a la hora de escribir un discurso, este debe adaptarse para satisfacer las necesidades y preferencias de diferentes tipos de audiencia, utilizando un enfoque que resuene con su estilo de procesamiento de información preferido. Por ejemplo, puede incluir elementos racionales para aquellos que prefieren el pensamiento, anécdotas emocionales para aquellos que prefieren el sentimiento, ejemplos concretos para aquellos que prefieren la sensación, e ideas innovadoras para aquellos que prefieren la intuición.
Sabiendo esto, he pasado por los departamentos de Comunicación Corporativa de varias empresas y agencias. Y he escrito discursos con esta orientación estratégica.
Aquí en MIG Prisma, también. Pero aquí, con un plus, dado en los últimos años por la tecnología. Y es que sí, he utilizado herramientas de inteligencia artificial que, combinadas con mi talento creativo y el sentido estratégico aprendido en la universidad, me han ayudado a ampliar y afinar esos recursos discursivos que he incluido en mi retórica a la hora de dirigirme a determinada audiencia.
Porque sí, Chat GPT u otras herramientas de IA generativa, ayudan a escribir discursos. Pero no es cuestión de entrar en OpenAI y pedir a Chat GPT que te escriba un discurso… ¡No!
En MIG Prisma lo que hacemos es servirnos estratégicamente de herramientas tecnológicas que nos ayudan a afinar nuestra creatividad y nuestro talento para la consecución de un objetivo de comunicación.
Así es como comunicamos, transmitimos y convencemos. ¿Quieres este triángulo virtuoso (estrategia, talento creativo y tecnología) para la comunicación de tu empresa o marca? Acude a los vértices de nuestro Prisma.
Let’s talk!